sábado, 6 de agosto de 2011

Jardín para todos


EL TRABAJO CON PLANTAS, tanto en el interior como al aire libre, mejora la salud y el bienestar de las personas. Los beneficios terapéuticos de la jardinería aparecen como sutiles efectos de mayor energía y menor estrés, cambios que se deben al hecho de estar 'en contacto con la naturaleza'. Dicho de otro modo, dejar de lado nuestros ritmos para acomodarnos al ritmo natural de las plantas mismas y al de aquél que se vive en un jardín. La sensación de poder que da el crear y controlar un pedacito del medio ambiente a gusto propio es muy energizante, aunque luego la Madre Naturaleza sentencie si hubo aciertos o errores. Eso lleva a estudiar, analizar, observar y sacar conclusiones. Se estimulan todos los sentidos. Se coordinan movimientos desde tan delicados como el corte a tijera hasta fuertes y vigorosos como la paleada. Se aprende a respetar.
Además de todos estos beneficios, la jardinería es convocante : genera lazos entre personas que aprecian las plantas, promueve la cooperación y el intercambio de información. Un jardín es un lugar seguro para que toda persona de cualquier edad y habilidad pueda estar sola o en compañía, conectados con el simple hecho de que dependen de la tierra para lograr sus objetivos.

JARDINES ACCESIBLES A TODAS LAS PERSONAS
Un jardín accesible es aquél en cuya planificación previa se eliminan todas las barreras que impidan realizar prácticas hortícolas. Cuando se proyecta un jardín para personas impedidas o ancianas se debe evitar que el jardinero haga esfuerzos inútiles, es decir, debe llegar con facilidad a todos los sectores del jardín. Personas de todas las edades o cualquier condición física pueden disfrutar de la jardinería si se realizan ciertas adaptaciones y se cuenta con algo de equipamiento especial.
Elevar el nivel del sector de plantación resulta muy beneficioso para aquellas personas con discapacidades, particularmente las que no se pueden reclinar o arrodillar hasta el nivel del suelo. Existen numerosos tipos y formas de contenedores que se adaptan muy bien, desde los especialmente construídos hasta los adquiribles en el mercado: macetas y maceteros, canastas colgantes, barriles, bandejas para cultivo... se han usado hasta viejas bañeras con pies como planteros!
Los materiales con que se fabrican o construyen estos recipientes son variados y se deben adaptar al lugar dónde se van a instalar. Por ejemplo, una maceta de barro pierde humedad más facilmente que una de fibra de vidrio y no es muy aconsejable ubicarla en sectores con muchas horas de luz solar. Lo mismo ocurre entre un macetero construído en madera con respecto a otro construído en ladrillo. Es conveniente informarse al respecto al planificar el jardín.
En el caso de construirse un macetero elevado las opciones de diseño son también variadas según el espacio disponible. Es una de las maneras más cómodas y que mejor se aprovechan. Un macetero elevado no necesita piso y por lo tanto el drenaje es muy bueno. Conviene construirlo lo más grande posible, ya que aumentar el tamaño no aumenta mayormente el costo y es mucho más práctico y funcional. Si el plantero es accesible desde ambos lados debe tener un ancho mínimo de 150 cm ó de 75 cm si lo es sólo de un lado. La altura puede variar desde 46 cm para un niño a 61 cm para alguien sentado en una silla de ruedas hasta 76 cm ó más para una persona parada con dificultades para reclinarse. Los asientos al costado del plantero pueden ir desde 20 a 40 cm de ancho. Conviene que las paredes sean lo más delgadas posibles (sin comprometer su estabilidad) a fin de incrementar el área de plantación. De todos modos, este tipo de construcciones conviene hacerlas para aquellos sectores de mayor atención como, por ejemplo, el sector de herbáceas ó la huerta que requieren más cuidados y un mayor control de malezas.


Algunos diseños modulares de contenedores elevados contemplan una serie de alturas variadas de planteros, asientos, una baranda perimetral, sectores de plantación estable y otros para recambio y fácil acceso al riego.
Todos los contenedores tienen un problema en común: pueden contener una limitada cantidad de tierra y, como consecuencia, presentan mayores fluctuaciones en el contenido de agua necesario para las raíces. Este último problema se soluciona facilmente empleando una buena tierra negra enriquecida con un porcentaje balanceado de compost o cualquier otra materia orgánica capaz de retener la humedad por más tiempo y un riego controlado eficazmente.

Se debe analizar cuidadosamente la circulación dentro de este tipo de jardines. Los caminos deben ser directos hacia los lugares de plantación, deben tener un ancho de 150 cm en un único sentido, 220 cm en doble sentido de circulación y rampas de acceso. El grado de inclinación es del 5 al 8 %. Los solados, de superficies firmes y suaves, deben ser antideslizantes, no presentar aristas o rugosidades ó juntas muy abiertas, es decir, fáciles y cómodos para transitar. A lo largo de los caminos debe colocarse una baranda y asientos tanto para descansar como para sentarse a trabajar. Si hubiera un invernadero, éste también deberá tener dimensiones especiales que permitan facilmente el ingreso de una persona en silla de ruedas. El agua para el riego, sea éste manual o automático, debe estar también al alcance de la mano.
Un jardín de agua elevado puede conferir un interés inesperado. El ruido del agua en movimiento no sólo sirve como barrera para sonidos molestos sino que además es un estímulo auditivo que sirve de señal orientativa para las personas no videntes. Colocar móviles sonoros con distintos sonidos colgando de las ramas es también una manera de guiar al no vidente dentro de un circuito del jardín.
En la elección de las plantas, la única limitación puede ser el peso; el resto depende de la imaginación y las ganas de experimentar. Las plantas con perfumes son ideales para los no videntes, pero también las texturas de las hojas, flores y cortezas son interesantes de detectar. En jardines públicos, los rótulos con los nombres de las especies de las plantas deberán estar en idioma braile, así como las publicaciones informativas sobre las tareas de jardinería y eventos que hubieran al respecto.


Como las tareas de jardinería son bastante agotadoras, al jardinero impedido le puede resultar más sencillo contar con herramientas especiales.