jueves, 29 de diciembre de 2011

Cerrando el año...


Esta entrada es diferente, es la primera que realizo a modo personal. Es para mí una forma de cerrar mi año... un año agitado... lleno de metas, alegrías, proyectos, sacrificios, pero por sobre todo... mucha vida.
Y es que fue un año distinto este 2011... Después de 7 años de haber tenido a nuestro primer retoño, nos encontramos con que este año seríamos 4 en vez de 3. Y la noticia nos llenó de felicidad, pero también de miedos. Nuestro primer hijo, nació prematuro, con muchas complicaciones a la hora del parto, y aún con todos los pronósticos en su contra, nuestro campeón puso "polenta" y decidió salir adelante. Le diagnosticaron Agenesia de cuerpo calloso y en los años subsiguientes artrogriposis. Su pronóstico era malo, afectado aún más por la falta de oxígeno a su nacimiento. No lo voy a negar, fueron años duros, sobre todos los primeros, pero logramos salir a flote. Tardamos mucho en decidir encargar otro bebé... hicimos estudios genéticos, consultas y mil consultas más. Nada daba el indicio de que se volvería a repetir la historia. Pasó el tiempo, y cuando menos lo esperábamos, entre traqueteo y traqueteo, llegó. Y si bien nos pronosticaron que no había posibilidad, cuando cursaba el tercer mes de embarazo, nos topamos con la noticia de que nuestro bebé venía con algunas complicaciones como el hermano... y así fue. En junio nació nuestro segundo tesoro. Sin embargo tuvo la ventaja de ser un bebé a término y sin complicaciones en su nacimiento, pero las patologías eran las mismas.
Durante el embarazo crei que moría de dolor, tenía terror de no poder con ambos, de verlo sufrir como hemos visto sufrir al mayor, de no saber que hacer como mamá... y sin embargo, acá estamos, con dos pimpollos que me demuestran día a día lo valiente que son y cuantas ganas de vivir tienen.
Fue un año duro, pero lleno de corazones dispuestos a dar una mano siempre. "Las peores épocas son las mas propicias para la cosecha de los mejores corazones" dicen por ahí, y eso fue mi mayor aprendizaje este año. Tuvimos siempre corazones cerquita que nos hicieron más fácil el recorrido. Una palabra de aliento, un abrazo, el saber que están ahí para cualquier cosa... un año donde lo que más amo tomó otro valor, otra magnitud. Aprendí que los hijos son prestados, porque estuve a punto de perderlos; aprendí que las preocupaciones son las que me impiden disfrutar los días buenos de mis hijos; aprendí que haber dejado resentimientos y broncas a un lado me hizo más feliz; aprendí a dar segundas oportunidades, a reirme más de mi misma, a valorar cada segundo con mis amores, a decir mil veces en el día TE AMO y dar un beso; decidí proponerme a hacer de cada día el más feliz de la vida de mis familia. Aprendí también que lo mejor de la vida no se paga con dinero y que el mayor regalo está en la simplicidad de las cosas; a bailar y cantar más... Que los sacrificios son difíciles, pero la recompensa es hermosa. Aprendí que es mejor haber intentado y que las cosas hayan salido mal, que preguntarme de por vida: que hubiese pasado si… Que entre los mejores remedios para el alma existe: una buena sonrisa, una oreja muda, un baño de agua caliente, un abrazo largo, y mucha, mucha música. Que llorar no es de nenas y que hace bien, MUY BIEN, porque así dejamos escapar las penas para que no vuelvan.
Pero sin lugar a dudas, lo que más me costó, fue aprender a ACEPTAR LO INEVITABLE y vivir feliz a pesar de ello... No puedo cambiar el rumbo de las cosas (ni gastar energía en imaginar posibles desenlaces para historias que nunca existieron), pero si puedo proponerme hacer felices a las personas que tengo cerca, y hacerles saber que nada en la vida es fácil, pero que a pesar de todo, siempre vale la pena.
LES DESEO UN HERMOSO COMIENZO DE AÑO 2012, y con ello, toda la felicidad, la paz y el amor que me merecen. A disfrutarlo!!!!

No hay comentarios:

Publicar un comentario